Reflujo gastroesofágico severo: Cuando la medicación no es suficiente y la cirugía es la solución.

La enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) afecta a una gran parte de la población. Para muchos, los antiácidos o los fármacos inhibidores de la bomba de protones (omeprazol, pantoprazol) controlan los síntomas. Pero existe un grupo de pacientes para los que la medicación es insuficiente, no deseable a largo plazo o simplemente inefectiva. Para ellos, la cirugía antirreflujo ofrece una solución definitiva y que cambia su calidad de vida.

Más que Acidez: La Anatomía del Problema.

En la unión entre el esófago y el estómago existe una válvula natural llamada lower oesophageal sphincter (LES). Su función es abrirse para dejar pasar la comida y cerrarse herméticamente para impedir que el ácido del estómago refluya hacia el esófago. La causa principal del reflujo severo suele ser una hernia de hiato, una condición en la que la parte superior del estómago se desplaza hacia arriba, hacia el tórax, arrastrando y alterando la función de esta válvula.

¿Cuándo Plantear la Cirugía?

La funduplicatura (la cirugía antirreflujo) se considera en los siguientes escenarios:

  • Fracaso del tratamiento médico: Síntomas persistentes a pesar de la medicación a dosis máximas.
  • Dependencia de medicación a largo plazo: Pacientes jóvenes que no quieren o no pueden tomar medicación de por vida.
  • Hernia de hiato grande (mayor de 3-4 cm).
  • Complicaciones del reflujo:
    • Esofagitis erosiva grave (grados C o D de Los Angeles).
    • Estenosis esofágica: Estrechamiento del esófago por cicatrización.
    • Esófago de Barrett: Una transformación precancerosa del revestimiento del esófago causada por la exposición crónica al ácido.
  • Síntomas extraesofágicos: Manifestaciones atípicas del reflujo como tos crónica, laringitis, asma, erosión del esmalte dental o sensación de globo faríngeo, que no responden bien a los fármacos.

La Funduplicatura de Nissen Laparoscópica: Reconstruyendo la Válvula. Esta técnica, realizada por vía laparoscópica, es el estándar quirúrgico para el reflujo. Consiste en:

  1. Reducción de la hernia de hiato: Se devuelve el estómago a su posición abdominal correcta.
  2. Cierre del hiato: Se estrecha el orificio del diafragma por el que pasó el estómago.
  3. Funduplication: Se toma el fondo (la parte superior) del estómago y se envuelve alrededor de la parte inferior del esófago, creando una nueva «válvula» mecánica que refuerza el esfínter natural.

El procedimiento es mínimamente invasivo, con cinco pequeñas incisiones. Las ventajas son enormes: menor dolor, estancia hospitalaria de 1-2 días, recuperación rápida y un retorno a la vida normal en 2-3 semanas.

Resultados y Expectativas:

La cirugía antirreflujo laparoscópica tiene una tasa de éxito superior al 90% en la resolución de los síntomas típicos (acidez, regurgitación). La mayoría de los pacientes pueden dejar la medicación por completo. Es fundamental acudir a un cirujano con experiencia en esta técnica específica para obtener los mejores resultados y minimizar efectos secundarios poco frecuentes como la dificultad para tragar (disfagia) transitoria o la incapacidad para eructar.

Conclusion:

Para los pacientes con reflujo gastroesofágico severo y complicado, la cirugía deja de ser un último recurso para convertirse en la opción terapéutica más lógica y efectiva. Repara la causa anatómica del problema, libera al paciente de la dependencia farmacológica y ofrece una solución a largo plazo para recuperar el bienestar.