Cirugía esofágica y gastrointestinal

El esófago es un tubo muscular de cerca de 25 cm que forma parte del aparato digestivo. Conecta la faringe con el estómago, discurriendo por el cuello hasta el abdomen por la parte central y posterior del tórax. Su función es transportar el bolo alimenticio hasta el estómago. 

El esófago puede presentar las siguientes patologías:

Cáncer escamoso de esófago

El cáncer escamoso de esófago, también denominado carcinoma escamoso de esófago, carcinoma de células escamosas del esófago (CEE), o carcinoma esofágico, es un tipo de cáncer que puede afectar a cualquier parte del esófago, pero suele aparecer en el tercio superior o el medio.

Aparece en la edad adulta y la senectud, siendo el pico de incidencia entorno a los 60-70 años, y con mayor prevalencia en los varones. Aunque se trata de una patología de causa multifactorial, el tabaquismo y el abuso de alcohol son factores de riesgo.

Suele ser asintomático hasta etapas avanzadas. Sus síntomas son dolor e incapacidad para tragar (el más precoz), pérdida de peso, ronquera, tos o dolor de pecho.

El diagnóstico se realiza por endoscopia y toma de biopsia, así como por TAC y ecografía endoscópica y, muy frecuentemente, PET-TC.

El tratamiento consiste en la resección del esófago total  o casi total, solo por abordaje abdominal y torácico o por abordaje abdominal, torácico y cervical. Si es posible, la cirugía debe realizarse por técnicas mínimamente invasivas ya que mejoran los resultados postopertatorios (laparoscopia y toracoscopia).

En el momento actual, es muy frecuente que antes de las cirugía los pacientes reciban tratamiento para mejorar la supervivencia, la denominada «neoadyuvancia».


Adenocarcinoma de esófago

El adenocarcinoma de esófago es un cáncer que se inicia en las células glandulares del revestimiento del esófago, y que producen y liberan secreciones como el moco. Este tipo de cáncer se produce con más frecuenca cerca de la unión con el estómago, en el término inferior.

Su aparición se produce en la edad adulta y la senectud, sobretodo en torno a los 50-60 años, y su prevalencia es mayor en varones. Puede ser asintomático hasta etapas avanzadas, o presentar síntomas como problemas para tragar y pérdida de peso.

Sus principales precursores patológicos son el reflujo gastroesofágico crónico (ERGE) y el esófago de Barrett (EB) como consecuencia de este.

El diagnóstico, al igual que en el carcinoma escamoso, se basa en la clínica y se apoya en las exploraciones complementarias, fundamentalmente la endoscopia y toma de biopsia, la ecoeenoscopia, el TC toracoabdominal y el PET-TC. E l tratamiento curativo se basa en la resección quirúrgicas simpre que está localizada y no haya enfermedad a distancia. También es habitual que el paciente reciba tratamiento previamente a la cirugía  («neoadyuvancia») oncológica.

 

Esófago de Barrett

El esófago de Barrett (EB) es una afección en que el revestimiento esofágico se modifica y pasa a ser como la del  intestino delgado (displasia intestinal). Mientras que el revestimiento de un esófago sano es de color pálido y brillante, en el caso del esófago de Barrett el tejido es de color rojo y aterciopelado.

Esta displasia (anomalía en el desarrollo de un tejido), es frecuente en personas con reflujo gastroesofágico. Aunque puede ser asintomático, los síntomas se relacionan con esta última afección, presentándose ardor frecuente, dificultad para tragar y dolor en el pecho.

Las causas de la aparición del esófago de Barrett no están claras, pero se aprecian como factores de riesgo el sobrepeso y el tabaquismo y, sin duda, el reflujo gastroesofágico severo y persisntente.

En cuánto a su diagnóstico, este se produce mediante endoscopia en busca de cambios en el tejido, y biopsia.

Finalmente, el tratamiento variará dependiendo de la clase de tejido apreciado en la biopsia.

Si no existen cambios evidentes en el tejido, se realizará un tratamiento dedicado a mejorar el reflujo gastroesofágico.

Si el tejido metaplásico comienza a volverse agresivo en distintos grados, puede ser necesario desde una terapia local (mucosectomía, radiofrecuencia, crioterapia) hasta incluso cirugía.


Divertículos de esófago

Los divertículos son pequeños sacos que pueden aparecer en la pared del tubo digestivo, en este caso, en el esófago. Cuando están constituidos por todas las capas del esfófago se denominan divertículos verdaderos y suelen ser provocados por tracción, habitulalmente en el tercio medio del esófago. Cuando solo están conformados por mucosa y submucosa («pseudodivertículos») suelen deberse a un aumento de la presión en la luz del esófago y se localizan generalmente en el tercio superior o inferior.

Los divertículos pueden ser asintomáticos o  causar problemas para tragar y regurgitación (expulsión de la comida o líquido sin náuseas ni contracciones del abdomen).

El diagnóstico puede realizarse mediante una endoscopia digestiva alta o por una radiografía de tránsito baritado. El auge del los TCs ha llevado a un amento diagnóstico mediante estas técnicas. 

En lo referente al tratamiento, en la mayoría de los casos, los divertículos no precisan de tratamiento, si bien, a veces puede ser necesaria la cirugía.


Divertículo de Zenker

El divertículo de Zenker, también denominado divertículo faringoesofágico o hipofaríngeo, es la variedad más frecuente de divertículo de esófago. Suele aparecer en la cara postero-lateral de la unión entre la laringe y el esófago, y su prevalencia aumenta de los 50 a los 80 años de edad.

Aunque puede resultar asintomático, algunos de los síntomas que se pueden apreciar son dificultad para tragar, deglución ruidosa, halitosis (mal aliento), sialorrea (incapacidad para retener la saliva en la boca) y tos irritativa. En fases más avanzadas puede darse pérdida de peso y afecciones al pulmón.

Si se sospecha de la presencia de esta afección por la exploración, la prueba definitiva es el estudio de tránsito baritado.

El tratamiento del divertículo de Zenker puede realizarse mediante tratamiento quirúrgico de diverticulectomía (extirpación del divertículo), unida a una miotomía (sección del músculo utilizada para acceder a los tejidos o aliviar la constricción del esfínter), o por cirugía endoscópica.


Acalasia de esófago 

Es un transtorno motor del esfófago caracterizado por la ausencia de relajación del esfínter esfofágico inferior durante el proceso de la deglución, que impide el correcto paso del bolo alimenticio desde el esófago al estómago.

El esfínter esofágico inferior es un anillo del músculo de este órgano que mantiene cerrada su unión con el estómago con lo que dificulta  que el alimento y el ácido del estómago no vayan de nuevo al esófago. Al tragar, el esfínter se relaja, dejando que los alimentos pasen.

La acalasia puede aparecer en cualquier edad, pero suele comenzar de forma imperceptible entre los 20 y los 60 años.

La causa de la acalasia de esófago suele ser una disfunción de los nervios de la zona (denervación), que puede ser provocada por infecciones, tumores o causas autoinmunitarias.

La sintomatología de la acalasia de esófago, puede basarse en dificultad para tragar, dolor torácico, regurgitación, y en caso de aspiraciones, tos, abscesos pulmonares e infecciones respiratorias. En casos graves también puede darse pérdida de peso.

Esta patología se sospecha por la clínica y es necesario realizar una endoscopia digestiva alta para diferenciarlas de otras  como el cáncer de esófago. Sin embargo, la manometría es imprescindible para su diagnóstico.  

La manometría esofágica es una prueba que mide las contracciones rítmicas de la musculatura del esófago durante la deglución. Con ella puede apreciarse, más allá de si las contracciones son normales, la fuerza de los músculos esofágicos y si existen o no problemas en el esfínter.

En lo referente al tratamiento, este puede ser o no quirúrgico. Los tratamientos no quirúrgicos están recomendados para personas mayores o con problemas de salud, mientras que las cirugías se recomiendan en mayor medida a los jóvenes, ya que son más efectivas. 

Los tratamientos no quirúrgicos son la dilatación neumática del esfínter, la aplicación de Botox y la terapia farmacológica.

La dilatación neumática consiste en la inserción e inflamiento de un balón en el esfínter esofágico para agrandar la abertura.

El Botox, es un relajante muscular que puede aplicarse en el esfínter mediante endoscopio. Se recomienda a aquellas personas que no son buenas candidatas para la cirugía o la dilatación neumática.

En el caso del tratamiento farmacológico, se recetarán relajantes musculares dono la nitroglicerina para antes de las comidas. También es una opción única para personas no candidatas a los otros tipos de tratamiento.

La cirugía de la achalasia consiste en la miotomía de Heller, realizada generalmente por abordaje mínimamente invasivo. Consiste en seccionar la musculatura del esfínter esofágico inferior para permitir su relación continua, asosciando una técnica antireflujo.

En los útlimos años ha surgido con fuerza la alternativa endoscópica a este procedimiento. Se realizar igualmente una sección de la muscultura del esfínter esofágico inferior pero accediendo a esta a través de la luz esofágica, con muy buenos resultados (POEM).


Estenosis péptica esofágica

La estenosis péptica esofágica  o estenosis esofágica benigna es un estrechamiento del esófago originado por el daño continuo del jugo gástrico en la pared de este. Es conscuencia de una enfermedad de reflujo gastro-esofágico mal tratada durante muchos años.

La estenosis se produce cuando a causa de la erosión del esófago, el tejido se sustituye por tejido fibroso, el cuál con el tiempo se contrae. 

El cuadro clínico de la estenosis es dificultad para tragar, regurgitación, dolor torácico, deglución dolorosa y a causa de ello, malnutrición y pérdida de peso.

El diagnóstico se produce mediante endoscopia y toma de biopsia, o esofagograma con bario para poder identificar el segmento variable del esófago.

En lo referente al tratamiento, este suele realizarse mediante la dilatación del esófago con balón. Es necesario asociar terapia para el ERGE, ya sea médica a quirúrgica.

Excepcionalmente puede ser necesaria la cirugía.


Estómago

El estómago es un órgano en forma de bolsa, alojado en la parte superior de la cavidad abdominal, cuya función primordial es la de la digestión de los alimentos. El esfínter esofágico inferior, en la parte alta del estómago, controla el paso de estos hacia él y evita que ascienda su contenido. El píloro es la zona final de este órgano y es un esfínter que controla el paso del alimento casi completamente digerido hacia el resto del tubo digestivo.

El estómago puede padecer las siguientes afecciones:


Cáncer de unión esófago-gástrica

Es el cáncer que aparece en la zona de unión entre el esófago y el estómago, el denominado clásicamente cardias.

Este tipo de cáncer tiene mayor incidencia en los hombres, aparece en torno a los 50-70 años y padecer reflujo esofágico o infección por Helicobacter pylori son factores de riesgo.

Entre sus síntomas principales encontramos problemas para deglucir, dificultad respiratoria, pérdida de peso, dolor, ronquera, hipo o sangrados.

Ante la sospecha de este tipo de cáncer, el diagnóstico se realiza mediante una endoscopia digestiva alta con toma de biopsia y seguramente una ecoendoscopia.  Será necesario al menos realizar un TC de tórax y abdomen y, a veces, un PET-TC y una laparoscopia de estadificación.

El tratamiento es de tipo quirúrgico, extirpando la zona afectada por la tumoración, pero puede ser necesario aplicar tratamiento preoperatorio previamente (neoadyuvancia).

Siewert (Tipos 1, 2 y 3)

La clasificación de Siewert-Stein es una clasificación de los tipos de cáncer del cardias, la parte en que se une el esófago con el orificio superior del estómago. En esta zona podemos hablar de 3 tipos de cáncer según su ubicación:

  • Tipo I (Adenocarcinoma de esófago distal): El centro del tumor se halla entre 5 cm y 1 cm arriba de la línea en que esófago y estómago se unen.
  • Tipo II (Carcinoma del cardias o cáncer de cardias): El tumor se encuentra entre 2 cm y 1 cm de la línea de unión esófago-gástrica..
  • Tipo III (Carcinoma o cáncer subcardial): Se encuentra 2 cm por debajo de la línea de unión y hasta 5 cm dentro de la parte superior del estómago.

Los adenocarcinomas Siewert tipo I serán tratados siguiendo las reglas de los adenocarcinomas del esófago distal. Los Siewert tipo III, las del adenocarcinoma de estómago. Más controvertido es encuadrar los Siewert tipo II.

 

Cáncer gástrico

El cáncer gástrico o de estómago es un tipo de adenocarcinoma, un cáncer que se inicia en las células del revestimiento del estómago. Se produce por mutaciones en el ADN pero tiene factores de riesgo como dietas altas en sal o ahumados, presencia de Helicobacter pylori y antecedentes familiares y personales de este cáncer o afecciones digestivas.

Los síntomas principales del cáncer gástrico son los siguientes:

  • Hinchazón tras las comidas.
  • Saciedad fácil.
  • Ardor persistente e intenso.
  • Indigestión.
  • Dolor estomacal.
  • Náuseas y/o vómitos.
  • Adelgazamiento.

El diagnóstico del cáncer estomacal se lleva a cabo por endoscopia y toma de biopsia), ecoendoscopia y  tomografía computarizada de tórax y abdomen. Puede ser necesario realizar una laparoscopia de estadificación.  

El tratamiento del cáncer de estómago se realiza de forma quirúrgica y presenta diversas opciones, muchas veces tras haberse recibido quimioterapia neoadyuvante.

Se puede realizar una extirpación de la tumoración, de una parte del estómago (gastrectomía parcial) o de todo (gastrectomía total). Suele ser necesaria  una extirpación de los ganglios linfáticos locoregionales  para determinar si existe cáncer (linfadenectomía).

La cirugía puede suponer riesgo de sangrado o infecciones y la extracción de parte o totalidad del estómago, acarrear problemas digestivos.

A la cirugía se le podrá añadir tratamientos de apoyo como fármacos, quimioterapia o radioterapia.

El pronóstico de este tipo de cáncer depende de la etapa en que se halle.


Gist gástrico 

El tumor del estroma gastrointestinal o GIST (por sus siglas en inglés), es un tipo de sarcoma de los tejidos blandos. Este cáncer afecta al tejido conectivo del tubo digestivo y sus estructuras contiguas.

En estos casos, las células intersticiales de Cajal (ICC), células nerviosas que se encargan de contribuir al movimiento de los órganos digestivos, se vuelven cancerosas. En el 90% de los casos se considera que se debe a una mutación, pero el estilo de vida, como en otros tipos de cáncer también aumenta el riesgo.

Su prevalencia es igual en ambos sexos y suele aparecer en torno a los 50 años de edad, en un 55% de los casos en el estómago.

Suele  ser asintomático hasta etapas avanzadas, aunque puede provocar síntomas como dolor abdominal crónico, obstrucción intestinal y hermorragia digestiva.

Habitualmente se diagnostican mediante TC abdominal y endoscopia digestiva alta.

El tratamiento más habitual es la extirpación quirúrgica. Pueden requerir tratamiento con quimioterapia postoperatoria si el tumor es muy grande o agresivo y, ocasionalmente, quimioterapia preoperatoria si se considera que la cirugía directa no es segura.


Tumor neuroendocrino de estómago

Los tumores neuroendocrinos de estómago son un tipo de cáncer que comienza en ciertas células especializadas del estómago que tienen rasgos similares a las nerviosas y a las productoras de hormonas.

Son cánceres poco frecuentes que pueden ser asintomáticos en fases iniciales. En etapas más avanzadas pueden provocar dolor, fatiga, pérdida de peso o incluso diarrea y enrojecimiento de la piel.

Ante la sospecha clínica o el hallazgo incidental por una endoscopia de un tumor neuroendocrino de estómago, el diagnóstico se realiza fundamentalmente mediante analítica de sangre orina, endoscopia digestiva alta, TC abdominal y TC abdominal con marcadores radiológicos especiales.

El tratamiento en estos casos es principalmente quirúrgico para extirpar el tumor, aunque hay casos especiales que precisan tratamiento indiviudualizado.


Hernia de hiato

La hernia de hiato o hernia hiatal, es una hernia que se produce cuando la parte superior del estómago sobresale a través del diafragma. El diafragma, el músculo que actúa como separador entre el tórax y el abdomen, presenta una pequeña apertura para permitir el paso del esófago. Como la presión dentro del abdomen es mayor que en el tórax, el estómago tiene tendencia a migrar hacia este y producir esta patología.

Las hernias pequeñas pueden ser asintomáticas pero las más grandes pueden producir los siguientes síntomas:

  • Reflujo.
  • Regurgitación de alimentos.
  • Ardor de estómago.
  • Dolor en el pecho o dolor abdominal.
  • Falta de aire al respirar.
  • Problemas para tragar.
  • Flatulencias.
  • Halitosis y/o tos seca.
  • Vómitos y/o heces sanguinolentas.

En los casos más graves, el estómago puede estrangularse por completo en el saco herniario y comprometer la vida.

Aunque muchas personas confunden la hernia de hiato con la enfermedad por reflujo esofágido, no son los mismos problemas, aunque pueden estar muy relacionadas.

El diagnóstico de las hernias de hiato se realiza fundamentalmente por endoscopia digestiva alta, pero la radiografía simple puede hacerla sospechar. En aquellas de gran tamaño, el TC de tórax y abdomen será imprescindible. Si se sospecha que el paciente presenta reflujo gastroesofágico y la hernia es pequeña, se realizará una pH metría y una manometría esofágica.

En muchos casos las hernias de hiato no precisan cirugía.  Cuando asocian reflujo controlable con medicación, esta suele ser suficiente.

En casos de hernias grandes con riesgo de estrangulación, o cuando existe clínica de compresión torácica, será necesario operar, generalmente por abordaje mínimamete invasivo. Si el paciente asocia reflujo gastroesofágico y no es controlable con medicación, será necesario operar tambíen.

 

Enfermedad de Reflujo Esófago-Gástrico (ERGE) 

La Enfermedad de Reflujo Esófago-Gástrico (ERGE) es una afección que se produce cuando el ácido estomacal retrocede de forma frecuente hacia el esófago. Este retroceso del ácido puede irritar e inflamar el tejido esofágico.

Cuando se traga, el esfínter esofágico inferior, se relaja y deja pasar los alimentos y líquidos hacia el estómago, para seguidamente volver a cerrarse y evitar el reflujo. Si el esfínter, que actúa como una puerta de paso, está anormalmente relajado o se halla debilitado, los ácidos gástricos pueden ascender.

Algunos factores de riesgo para la ERGE son el embarazo, una hernia de hiato, la obesidad, el tabaquismo, o el consumo de algunos fármacos. 

Algunos síntomas de esta patología son ardor en el pecho o acidez estomacal, dolor en el pecho, dificultad al tragar, regurgitación o sensación de tener un nudo en la garganta.

Si se produce en la noche, además puede apreciarse tos crónica, asma, laringitis o trastornos del sueño. 

Complicaciones de la ERGE son por ejemplo las úlceras esofágicas, el esófago de Barrett, la estenosis  del esófago (o estenosis) y el adenocarcinoma esofágico.

El diagnóstico del Reflujo Esófago-Gástrico se puede realizar por varias vías. En primer lugar se puede realizar una endoscopia superior para tomar una biopsia o comprobar si existe esofagitis (inflamación).

Otra prueba que se puede realizar es un examen ambulatorio de ácido (pH) con sonda, introduciendo una sonda para controlar cuándo y cuánto tiempo se regurgita ácido (pHmetría).

La manometría esofágica es no permite por sí misma diagnostica una ERGE, pero suele realizarse para conocer cómo trabajan los músculos del esófago y si estos se han viso afectados por la presencia crónica del ácido.

Finalmente, también puede realizarse una radiografía con bario del aparato digestivo superior.

En los casos más leves, se pueden tomar medicamentos neutralizadores del ácido estomacal, fármacos que disminuyen la producción de ácido o fármacos que bloquean la producción de ácido y contribuyen a curar el esófago.

En casos moderados, pueden recetarse fármacos como el omeprazol o aquellos que refuercen el esfínter esofágico inferior.

En los casos en que la opción farmacológica no sea de ayuda, se procederá a la cirugía, realizándose lo que se denomina funduplicatura.

En la funduplicatura, el cirujano envuelve la parte superior del estómago alrededor del esfínter del esófago para ajustar el músculo y reducir y prevenir el reflujo. 

En los últimos años se están realizando otras alternativas a la cirugía tradicional, como la implantación del sistema LYNX o incluso el tratamiento endoscópico. 

 

Duodeno

El duodeno es la primera parte del intestino delgado, que se ubica entre el final del estómago y el yeyuno. El duodeno puede padecer las siguientes patologías:


Divertículo duodenal

Los divertículos duodenales, del latín diverticulum (desviación del camino), son saculaciones de la mucosa y submucosa del duodeno (parte del intestino delgado que conecta el estómago con el yeyuno), que se hernian por defectos musculares.

Son más frecuentes en el sexo femenino y hacia la quinta o sexta década de vida. Suelen ser únicos y generalmente asintomáticos. En los casos en que se produce sintomatología, los pacientes pueden presentar dolor epigástrico, vómitos y reflujo duodeno biliar.

Algunas complicaciones de la presencia de divertículos duodenales pueden ser hemorragias, perforaciones, anemia, obstrucción intestinal, malabsorción de nutrientes, pancreatitis o ictericia (coloración amarillenta del tejido).

Suelen diagnosticarse en el transcurso de una endoscopia digestiva alta o por una prueba de imagen como un TC abdominal.

Aunque generalmente no ocasionan síntomas y no suele ser necesario instaurar tratamiento, a veces puede ser necesario prescribir antibióticos o incluso extirpar el divertículo mediante cirugía.


Cáncer de duodeno 

El cáncer de duodeno se produce cuando se forman células malignas en este. El tipo más frecuente es el adenocarcinoma, lo que significa que la tumoración se presenta en las células epiteliales de la mucosa, la más superficial.

Aunque la causa de su aparición no está clara, existen varios factores de riesgo para su desarrollo como el cáncer de colon hereditario no asociado a polipósis,   la poliposis adenomatosa familiar y otras formas de poliposis, la enfermedad de Crohn, la celiaquía no tratada y de larga duración o la fibrosis quística. 

Los síntomas principales del cáncer de duodeno son dolor abdominal, pérdida de peso, cansancio, anemia, sangre en las heces, vómitos, diarrea, obstrucción intestinal e ictericia.  

El diagnóstico del cáncer de duodeno suele realizarse por endoscopia digestiva alta, habitualmente asociada a ecoendoscopia, tomografía computarizada abdominal y torácica, resonancia magnética abdominal y PET (Tomografía por emisión de positrones).

El tratamiento del cáncer de duodeno es de tipo quirúrgico, realizándose una extirpación del tumor que puede requererir incluso asociar resección de parte del páncreas. La quimioterapia postoperatoria suele ser necesaria.


Perforación duodenal

La perforación duodenal se produce cuando una úlcera duodenal se perfora. El síntoma principal de la perforación duodenal es un dolor súbito e intenso en el centro del abdomen, que puede irradiar hacia los hombros. Debido al dolor, la persona afectada puede quedar inmóvil.

Clásicamente se diagnosticaba mediante radiografías del abdomen, pero actualmente se realizará mediante un TC abdominal. El tratamiento es quirúrgico y de carácter urgente. Es excepcional actualmente realizar otro procedimiento distinto a la sutura  simple de la úlcera y el lavado de la cavidad abdominal, generalmente por abordaje mínimamente invasivo, salvo que el paciente se encuentre muy grave en el momento de la cirugía. Posteriormente se investigará la presencia de infección por H. pilory y se tratará si existiera.


Intestino delgado y grueso

El intestino es la porción del tubo digestivo que se encuentran entre el estómago y el ano. Se dividen en intestino delgado e intestino grueso.

El intestino delgado cuenta con tres partes, el duodeno, el yeyuno y el íleon, aunque generalmente nos referimos al yeyuno e ileon. Por su parte, el intestino grueso cuenta con el ciego, el colon ascendente, el colon transverso, el colon descendente y el sigma.  El recto es la parte final del intestino grueso es el reservorio final de las heces. En la unión entre el intestino delgado y el grueso se encuentra el apéndice cecal.

Su función es realizar la mayor parte de la absorción de los nutrientes, absorber el agua y transportar las heces hasta el ano.


Los intestinos pueden padecer las afecciones siguientes:


Divertículos intestinales

Los divertículos son pequeñas bolsas que surgen en la pared del tubo digestivo, y van hacia afuera a causa del incremento de presión endoluminal. Son mucho más frecuentes en el la parte izquierda del colon y sigma, pero pueden aparecer en todo el intestino, tanto delgado como grueso. No están conformados por todas las capas de la pared del intestino, por lo que son llamados «pseudodiverticulos».

Los divertículos de colon son comunes son muy comunes a partir de la 5ª década de la vida, y la mayoría de las veces son asintomáticos. Cuando dan síntomas, estamos ante la enfermedad diverticular, que puede maniferstarse como hemorragia o inflamaciones, las denominadas diverticulitis.

En la mayoría de las ocasiones, las diverticulitis aguda de colon son afecciones leves que pueden tratarse solo con reposo digestivo, antibióticos y/o antiinflamatorios. Sin embarbo, cuando se rompe el colon, pueden formarse abscesos (bolsas de pus) o desarrollarse auténticas peritonitis con heces en la cavidad abdominal, que compromenten la vida. En estos casos puede ser necesario colocar drenajes externos, en el mejor de los casos, o realizar cirugías agresivas, eliminando el segmento de intestino grueso enfermo y realizando colostomías. En los últimos años, cada vez más se realizan anastomosis directas y técnicas laparoscópicas, incluso cirugias en varios tiempos para evitar realizar estomas.

 

Divertículo de Meckel

El divertículo de Meckel es una anomalía congénita muy común. Se produce cuando la unión entre el intestino delgado y el cordón umbilical no se cierra de forma completa durante el desarrollo fetal. Debido a esto, aparece una pequeña bolsa o divertículo en el intestino. Se trata de un divertículo verdadero, ya que está constituido por todas las capas del intestino.

En la mayoría de los casos no suelen dar problemas, pero pueden infectarse (diverticulitis) o sangrar, por ulceraciones de la mucosa de su interior.

El tratamiento del divertículo de Meckel consiste en la extirpación quirúrgica del mismo bajo anestesia general, generalmente por abordaje laparoscópico.


Lesiones hemorrágicas de intestino

La lesión hemorrágica de intestino tiene su origen en hemorragias de este  debido a  los pólipos,  tumores, la enfermedad de Crohn, divertículo de Meckel o divertículos intestinales por pulsión o anomalías en los vasos sanguíneos intestinales (que se producen sobretodo a mayor edad y con enfermedades renales y cardíacas crónicas). 

El diagnóstico de las lesiones hemorrágicas y la causa latente que las causa se realiza por endoscopia y pruebas de diagnóstico por imagen. Cuando el origen está en tramos medios puede ser muy complejo llegar a un diagnóstico certero, aún con métodos como la cápsula endoscópica o la endoscopia profunda.

En cuanto al tratamiento, este dependerá de la causa que provoca las hemorragias y la localización. De tratarse de anomalías pequeñas en los vasos sanguíneos intestinales en zonas accesibles al endoscopio terapéutico, se procederá a realizar cauterización endoscópica.

Si se trata de anomalías muy amplias o existe una clara tumoración, se optará por la cirugía, extirpando la zona afectada.

En los casos de úlceras o inflamaciones por enfermedad de Crohn, se puede intentar terapia farmacológica. 


Gist intestinal

El Gist intestinal (Gastrointestinal Stromal Tumor) es un tipo de sarcoma de los tejidos blandos. Entre un 20 y un 30% de estos cánceres se presentan en el intestino delgado, y son debidos a mutaciones y alteraciones en la generación celular.

En primeras etapas pueden ser asintomáticos o generar molestias muy leves. En etapas avanzadas pueden provocar sensación de saciedad, dolor, sangrado o heces negras, náuseas y estreñimiento. 

El diagnóstico se llevará a cabo generalmente mediante TC abdominal.

El tratamiento será la extirpación de la masa tumoral, asociando o no tratamiento adyuvante.

 

Tumor neuroendocrino de intestino

El tumor neuroendocrino  de intestino es un tipo de cáncer que tiene su origen en las células neuro-endocrinas de su mucosa. Algunos tumores pueden liberar sustancias similares a las hormonas, y en los casos del síndrome carcinoide, este se produce por un exceso de serotonina que provoca vasodilatación. En estos casos, a estos tumores se les denomina «tumores carcinoides” por asimiliación al cuadro clínico. .

La vasodilatación favorece un aumento del riego sanguíneo que produce taquicardia, sofocos faciales (enrojecimiento de la piel y sensación de calor), respiración sibilante y diarrea intensa. Estos son algunos síntomas de este tipo de tumores. 

El diagnóstico se realiza mediante analíticas de orina y sangre y pruebas de diagnóstico por imagen, fundamentalmente TC abdominal y TC abdominal con contrastes especiales.

En cuanto al tratamiento, la cirugía para extirpar el tumor es el tratamiento principal, que suele acompañarse de terapias de apoyo oncológico. 

 

Enfermedad de Crohn

La enfermedad de Crohn es una patología intestinal, de tipo crónico, que se basa en la inflamación de algún tramo del sistema digestivo, desde la boca hasta el ano. No obstante, el punto más afectado tiende a ser el íleon, la región más distal del intestino delgada.

Acostumbra a aparecer sobretodo en personas con edades comprendidas entre los 15 y los 35 años y aunque su causa todavía no está clara, se sospecha de una base autoinmune.

Indicios de la enfermedad de Crohn son el dolor abdominal con cólicos, fatiga, fiebre, inapetencia, malestar al hacer deposiciones, diarrea y disminución de peso involuntaria. A veces, la presencia de fistulas perianales recidivantes o complejas precede durante años al resto de la enfermedad. Además de los síntomas intestinales, los pacientes pueden presentar sintomas extraintestinales.

Inicialmente el tratamiento es farmacológico, pero puede ser necesaria la cirugia en caso de formas agresivas. Debido a que los segmentos de intestino suelen estar muy inflamados y adheridos entre sí, la resección laparoscópica no suele ser la más habitual pero, si se puede hacer, presenta mejores resultados.


Oclusión intestinal

La oclusión intestinal es un cierre del intestino que impide de forma completa o parcial el tránsito intestinal. Cuando se produce una obstrucción, la parte del intestino proximal se dilata y puede llegar a perforarse.

Las causas de la oclusión intestinal son muy variadas, aunque la causa más frecuente es la presencia de adherencias como consecuencia de cualquier cirugía previa. Son tambien causa de obstrucción una hernia complicada, un tumor obstructivo y un cuerpo extraño que obstruya la luz

El síntoma más característico de la obstrucción intestinal es la ausencia de tránsito, que se suele asociar a distencisón abdominal y vómitos. La presencia de un gran dolor y sensibilidad puede orientar hacia una obstrucción complicada que siempre requerirá intervención quirúrgica urgente.

La historia y la exploración física orientarán hacia el diagnóstico aunque actualmente es prácticamente obligatoria la realización de un TC abdominal para confirmarla y orientar el tratamiento tanto médico como quirúrgico.

El tratamiento dependerá de la causa de la obstrucción y de la posible presencia de complicaciones. En caso de que la causa se la adhrencial y el cuadro no esté complicado, el tratamiento conservador será el inicial, con colocación de sonda nasogástrica, reposo digestivo y fluidoterapia, además de la administració de contraste radiológico hidrosoluble por la sonda o bebido, consiguiéndose tasas de éxito muy altas. Solo en caso de que fracase, la cirugía estará indicada, a ser posible por abordaje mínimamente invasivo.

En caso de que la obstrucción sea debida a una hernia, la cirugía será necesaria prácticamente en el 100% de las veces. Será necesario reparar la hernia y valoar la viabilidad del intestino.

Si la obstrucción se debe a un cuerpo extraño endoluminal suele ser el tratamiento de elección, aunque en casos seleccionados se puede optar por administrar potentes laxantes.

Si la causa es un tumor obstructivo es posible colocar stents en la luz del intestino grueso para diferir la cirugía y poder realizarla por abordaje laparoscópico, pero dependerá de las condiciones del paciente y la localización de este.

Cirugía general y digestiva de urgencias