Las hernias son una afección común que involucra la protrusión de un órgano o tejido a través de una abertura o debilidad en la pared muscular que normalmente lo sostiene en su lugar. La cirugía de hernia es uno de los procedimientos más frecuentes realizados por cirujanos generales y se lleva a cabo para corregir esta afección.
Causas:
Las hernias pueden ser causadas por diversas razones, incluyendo:
1. Debilidad Congénita: Algunas personas nacen con una predisposición genética a desarrollar hernias, ya que tienen una pared abdominal más débil desde el nacimiento.
2. Esfuerzo Físico: Levantar objetos pesados, tos crónica o estreñimiento crónico pueden aumentar la presión abdominal y contribuir al desarrollo de una hernia.
3. Cirugías Anteriores: Las cicatrices de cirugías previas pueden debilitar la pared abdominal y crear puntos débiles propensos a herniación.
Síntomas:
Los síntomas de una hernia pueden variar según su tipo y ubicación, pero comúnmente incluyen:
– Un bulto o protuberancia en el área afectada.
– Dolor o molestias en el sitio de la hernia.
– Sensación de pesadez o presión en el abdomen.
– Malestar al levantar objetos pesados o al realizar esfuerzo físico.
Tratamiento:
La cirugía es el método más efectivo para tratar las hernias. Los tipos comunes de cirugía de hernia incluyen:
1. Reparación de Hernia Abierta: En este procedimiento, se realiza una incisión sobre la hernia, y el cirujano coloca el tejido protruido nuevamente en su lugar antes de cerrar la abertura con suturas.
2. Cirugía Laparoscópica: Esta técnica minimamente invasiva implica realizar varias incisiones pequeñas a través de las cuales se introduce un laparoscopio y se repara la hernia utilizando una malla sintética.
3. Reparación de Hernia Ventral o Incisional: Este procedimiento se utiliza para tratar hernias que se desarrollan en el sitio de una incisión quirúrgica anterior y generalmente implica la colocación de una malla para fortalecer la pared abdominal.